La Cascada

-Yo conocía gente de allí... ocurrió algo? -Inquirió Yuffie extrañada.

- no lo sabees?O.o unas arpias, ogros trolls y etc... fueron alli y acabaron con todoo! no quedo nada y muchos perecieron alli...

-Mmm... no lo sabía...



fdr. Me tengo que ir, seguimos mañana. bsss

Nirei se fue y Yuffie se quedó sentada en la hierba húmeda que allí había. Le gustaba aquella sensación, algo propio de los de su raza, se sentía en casa. Se tumbó en el verde césped y cerró los ojos relajada mientras pequeñas gotas de lluvia provinientes de la cascada humedecían ligeramente su cuerpo. Poco a poco la elfa salió de allí con andares algo melancóllicos.

La elfa llegó con Fallen al sitio que había conocido anteriormente, se sentía afortunada de haber conseguido un amigo como él. La joven con un movimiento rápido mientras le enseñaba el paisaje al chico le empujó para que cayera al agua. Se empezó a reir.

Yuffie entró al agua de un salto y le hizo una aguadilla a Fallen, pues sabía que no estaba muerto, nadie moría de eso.

-Oh... lo siento. -Dijo ella algo molesta. -No lo he hecho con mala intención. -La chica salió del agua y se sentó en la orilla.

-Perdona... no lo sabía. -Yuffie le dió un beso en la mejilla a Fallen, a modo de disculpa.

-¿Estas mejor? -Le preguntó ella algo preocupada.

-Me alegro. Lo siemto, no era mi intención molestarte. -La joven le dio un abrazo.

-Gracias. -dijo ella poniéndose como un tomate.

Yuffie se acurrucó en Fallen, estaba algo cansada y no sabía por qué pero tenía la impresión de que a él no le molestaría. Estaba muy agusto con él.

Ella sonrió.
-Yo también me encuentro bien contigo. No pareces ser como los demás. -La joven elfa sonrió jovialmente. -Y yo también me alegro.

El tiempo se había parado. Aquel beso había paralizado a Yuffie, estaba tan cerca... prefirió no decir nada, pensar que había sido casualidad. Ella no sabía si estaba preparada para otra relación. Aunque en su interior, aunque ella no se hubiera terminado de dar cuenta, aquel chico significaba mucho para ella aunque apenas le conociera de ese mismo día, significaba muchísimo, y, en algún momento tendría que darse cuenta.
Cuando la joven volvió en sí miró a Fallen a los ojos sonrojada, aunque no quisiera admitirlo, estaba muy sonrojada.